miércoles, 25 de marzo de 2020

"Vivimos en muchas casas


y dejamos retazos de memoria  en cada una de ellas: un periódico, un libro vuelto, un mapa arrugado
de alguna ciudad lejana,  un cepillo de dientes olvidado haciendo guardia en un vaso, que es también, a su manera, una vela memorial, una luz eterna". Yehuda Amijai.

Hoy, nuevamente, escucharemos cifras, picos, dolor y muerte en tanatorios improvisados, gestos de solidaridad que conmueven y cretineces de irresponsables que, bien por pavor, bien porque son la maldad en estado puro, ponen en riesgo a cuantos se topan.

Imprescindibles soluciones para ayudar a colectivos vulnerables, a resolver alquileres que no se podrán pagar pero que quizá creen un problema al pequeño arrendador,  a hipotecas sin afrontar,  a comerciantes, a autónomos, a impuestos que de momento no han sido aplazados (declaraciones de la renta, impuestos de sucesiones, etc...) mientras aumentan los testamentos vitales y algunos buscan culpables ante la evidencia de las carencias de la Sanidad Pública que sufrió recortes brutales y que ahora es ejemplo de entrega.

Reitero que tiempo habrá de pedir responsabilidades, las mismas que a los gestores de determinadas residencias privadas y, por supuesto, públicas.  No al personal que atiende sino a quienes amigos y validos profesionales otorgaron gestión. También a los que respondían de modo repugnante a las reclamaciones presentadas por los conductos reglamentarios.

La única meta que debe regir en estos reinos briboneros de a cuatro es lograr que esta tierra de hazañas y de miserias a lo largo de su Historia no se convierta en una gran mascarilla. 

En cuanto a este rincón del Mediterráneo, la lluvia siempre necesaria, ahora entorpece.





Una película pendiente



y




                                                       -Pepa Terrón-