domingo, 10 de mayo de 2020

"Mi soledad llevo dentro,


torre de ciegas ventanas. / Cuando mis brazos extiendo / abro sus puertas de entrada / y doy camino alfombrado / al que quiera visitarla. / Pintó el recuerdo los cuadros / que decoran sus estancias. / Allí mis pasadas dichas / con mi pena de hoy contrastan 7 ¡Qué juntos los dos estábamos!. / ¿Quién el cuerpo? ¿Quién el alma?. / Nuestra separación última, / ¡qué muerte tan amarga!".  Manuel Altolaguirre. 

Desde todos los ámbitos (ahí, por fin, sí hay unión) se efectúan continuos llamamientos a guardar las medidas de protección y la distancia física para que no olvidemos que el maldito sigue agazapado  en donde encuentra cabida y sobre todo que el incumplimiento, el "Viva la Vírgen", etc... ponen en riesgo las libertades conseguidas en fase 0 o en fase 1. 

¿Hemos olvidado los fallecimientos, la impotencia, el dolor, el resto de tratamientos y de operaciones postergadas, las listas de espera, el contagio de sanitarios, el paro inmisericorde, las residencias y su gestión o la desigualdad social que ya se ha acentuado?. 
Al parecer, los irresponsables, sí, a pesar de las advertencias de que un segundo brote acecha y el resultado sería mucho peor.

En cuanto a este rincón del Mediterráneo,



como me lo contaron lo cuento y, además, con permiso.
Ayer, a mediodía recibí una llamada de Juan Santos, Juez de Paz de este municipio quien, a su vez, había sido informado por una miembro de la Asociación de Fibromialgia (enfermedad que conozco bien y que algunos bobos y no de Coria han puesto en duda recientemente) quien le mostró preocupación por lo que de vez en cuando se veía y no era alentador.

Es más, las Fuerzas de Seguridad ya han multado y se va a acrecentar el control.

Una lectura


Una puesta en escena de la Compañía Nacional de Danza de España


Y



                                                        -Pepa Terrón-