Unos seguiremos confinados hasta el 9 de mayo, otros trabajando del modo que sea y los niños podrán salir a la calle a partir del 27 de este mes y se está a la espera de que se hagan públicas las edades y las medidas.
En mi día de ayer en el que cargué varias veces la batería del móvil pude apreciar que son variopintos los sentimientos: desánimo, miedo, fortaleza, incertidumbre y esperanza al igual que lo son las distintas profesiones de las personas que se acuerdan de mi y de las que me acuerdo.
Un amigo, regidor de teatro, es ahora voluntario en un banco de alimentos del madrileño barrio de Lavapiés, en donde viven "manteros", muchos sin papeles; un sacerdote al que respeto y admiro, redobla sus esfuerzos en un asentamiento también madrileño y alguien cercanísimo a mi, mientras hablábamos, recibió y por ello, recibí la triste noticia de que un viejecillo entrañable que me cantó su pasodoble preferido en el mes de noviembre pasado, está contagiado.
Tiempos impensables en el que el maldito ha golpeado de manera inmisericorde dejándonos un presente del que saldremos -no hay duda- pero un futuro de cambio radical que requiere unidad, sentido común y disciplina.
En cuanto a este rincón del Mediterráneo,
de grandes grupos hoteleros, pisos de alquiler turístico y segundas residencias, tiene un por delante, como tantos otros de sol y playa, un verano incierto. En larga charla con un concejal coincidimos en que varios empresarios podrán abrir, cuando se autorice, establecimientos en los que -deseo mantener el sentido del humor- no habrá colas para acaparar huevos fritos, bacon y bollería industrial. La preocupación es el pequeño comercio y las familias que ahora necesitan de Cáritas, Cruz Roja y Protección Civil que están llevando a cabo una labor importantísima.
También es más que necesario concienciar porque nunca pude entender que se vaya a a Punta Cana y no se conozca Cádiz o Tarazona por señalar ejemplo.
Un pintor
y
AVISO: Recuerden que hoy a las 12,00 de la mañana, tres minutos de silencio como homenaje a las víctimas.
-Pepa Terrón-
