Leo que en cientos de municipios, barrios y ciudades se aplaudió a las 22,00 horas a los sanitarios. Garantizo que en esta calle de mis pecados reventada por el mastodonte hotelero, no había un alma en balcón ni ventana. Quizá hoy, ya que la iniciativa se pretende mantener, se escuchen porque hay muchos colectivos de los que dependen los suministros básicos: empleados de supermercados, policías, bomberos, camioneros, limpiadores y otras profesiones que ahora son más necesarias que nunca.
A la vez, me martilleó la idea que me ronda desde hace dos días. Aquí, también hay personas que viven en la calle y que no tienen posibilidad alguna de acudir a un comedor social porque no hay. Quieran los dioses que entre unos y otros hagamos más fácil su existencia.
Valoremos más que nunca lo que tenemos y evitemos más propagación. Tiempo habrá de juzgar la actitud de políticos que intentan barren para su "casa".
Y aguardemos con esperanza y decisión el difícil pasaje de la noche. Mientras,
-Pepa Terrón-
