y de un balcón oscuro surge un rumor de música. / La noche viene lenta casi como la muerte / que se espera, no llega y de pronto ha llegado". Julio Aumente.
Es cierto que los caraduras y desalmados que se cuelan en la vacunación no son sólo patrimonio de estos reinos briboneros de cuatro.
Sin ir más lejos, Polonia también tiene su tanda correspondiente pero, por lógica, me duele lo que ocurre aquí y no allí. Durante años hemos luchado contra esa fama de pícaros, truhanes y golferas para lograr que llegaran los millones a través del turismo de masas y no de calidad.
Hemos ido tirando y ahora que el caos se ha apoderado del mundo, nuestra economía es de superviviencia y diga lo que diga el Presidente pasarán años antes de que se recupere cierta normalidad.
Mientras, las cifras de fallecidos y contagios apabullan sin que se pueda entender la locura que embarga a los "festeros" irresponsables que, para mayor INRI, se enfrentan a lo largo y ancho a las fuerzas de seguridad.
Ya nadie menciona la bastante estúpida frase de "la nueva normalidad" puesto que el "cuídate" ha pasado a formar parte de nuestro diario vocabulario como un mantra contra la incertidumbre, la desesperanza y el miedo.
En cuanto a este rincón mediterráneo,
Un documental
Un acto
Y