Se le puso nombre: Covid-19 pero no cuajó (al final y al cabo que más da porque el daño causado es irreparable). Será conocido por el primero por los siglos venideros si es que los dioses permiten que este mundo continúe.
Mientras que la ciudadanía se mueve entre el miedo, las decisiones de suspender (incluidas las celebraciones de las Fallas en la Comunidad Valenciana) que no siempre se aceptan de buen grado, las pérdidas humanas y las económicas, cualquier otra noticia pasa casi desapercibida.
El 8 de este mes, la Parca se llevaba a su seno a un actor de espléndida trayectoria profesional de la que forma parte el film "El séptimo sello"
http://lanacion.cl/2020/03/09/video-14-peliculas-para-recordar-a-max-von-sydow/
Su interpretación en el film de Ingmar Bergman motivó el poema escrito en 1966 por el también profesor y ensayista Waldo Rojas
"Antonius Block jugaba al ajedrez con la Muerte junto al mar
sobre la arena salpicada de alfiles y caballos derrotados.
Su escudero Juan, mientras tanto, contaba con los dedos las jugadas,
sin saberlo,
en la creencia de que lo que contaba eran peregrinos de una extraña
caravana.
(Y a mí que no me gusta el ajedrez sino en raras
circunstancias.
Yo, que pude luego de perder estruendosamente una partida
beberme una botella con el ganador y sostenerle el puño en alto).
Pero Antonius Block sin duda era un eximio ajedrecista
no obstante haber perdido el último partido de su vida.
Antonius Block, quien volvía de las Cruzadas, no tuvo en cuenta
que a Dios no le habría gustado el ajedrez
aun cuando de veras hubiera algún día existido.
Afortunadamente todo esto sucedía en una sala de cine.
El mundo en miniatura en tres metros cuadrados a lo más.
Los otros personajes han pagado las consecuencias al terminar la función.
Sería bueno sostener ahora que el ajedrez está algo pasado de moda.
A pesar de la costumbre por los símbolos
y de los cuadraditos blancos y negros irreconciliables
en que se debate la vida
a coletazos."
En cuanto al microcosmos endogámico, más preocupación en los comerciantes y hosteleros tras unos meses de poco consumo y menos turismo aunque la fuente sirve a algunos para beber, duchar al perro y al niño que de todo hay o lavarse los pies.
Las discusiones y debates de enjundia se quedan para los plenos o en los mentideros. Sus resultados a la espera.
-Pepa Terrón-