La maldita pandemia global muestra una vez más, lo grandioso y lo miserable de las gentes. ¿Cómo es posible que haya individuos que se alegran de que un oponente político o personal, se haya contagiado o hacer broma sobre los "madrizleños" que residen, cuentan con una segunda vivienda o pasan días de asueto en la Comunidad Valenciana?. A cambio, muestras de ayuda incondicional y de generosidad sin límite.
Una vez más, cuando se la haya logrado vencer, superando muerte y dolor deberíamos reflexionar y aprender de errores para no cometerlos de nuevo.
En cuanto a este microcosmos endogámico, llamado Calp, también muestra ya menos consumo y poca afluencia en restaurantes y cafeterías.
Un recuerdo al saxofonista Marcelo Peralta, quien, al parecer, engrosa la lista de los fallecidos por el virus
-Pepa Terrón-