sábado, 6 de marzo de 2021

"... Estaba todo aquello que se debía hacer...

Dicen que silenciosas las mujeres han sido / De mi casa materna. Ah, pudiera ser.../ A veces a mi madre apuntaron antojos / De liberarse, pero se le subió a los ojos / Una honda amargura y en la sombra lloró. / Y todo eso mordiente, vencido, mutilado / Todo ese que se hallaba en su alma encerrado. / Pienso que sin quererlo lo he libertado yo". Alfonsina Storni.

Todos en estos reinos briboneros de a cuatro quieren tener razón. El que habla de sobrecitos marrones, la implicada que anuncia querella contra el ex apócrifo;  los que prohíben manifestaciones, los que acudirán a las mismas;  los que aplauden la visita de Felipe VI y Pedro Sánchez a la Seat de Martorell, los que no se acercaron a pesar de protocolo institucional;  los que defienden a las vacunadas allende los mares, los que se muestran contrarios; los que quieren que nos movamos por lo ancho y largo del país, los que piensan que es mejor aguantar en cada territorio; los que organizan concierto para 5000 personas el próximo 27 en el Palau Sant Jordi  y los que se oponen y hasta la UGT que estudia añadir una T para hacer referencia a las trabajadores y que afectará igualmente al Estatuto de los Trabajadores.

Por supuesto que en estas líneas debería haber escrito los y las pero transcurren los días sin explicaciones claras del retraso en la ansiada inmunidad a través del pinchazo y posiblemente la verdad del cuento es que no hay suficientes dosis, ya que los grandes dependientes en Madrid por señalar ejemplo, no han sido avisados y porque, a pesar de testimonios terribles de las secuelas, muchos continúan tirando por la borda esfuerzos y responsabilidad de otros.

Así es que los y las que están al mando, aguantan el tirón, tratando de contener y aunar la maltrecha economía y salud. De ahí, entelequias dialécticas y decisiones cuanto menos anómalas.

En cuanto a este rincón mediterráneo,


Una puesta en escena


Una película

    Y dos disfrutes