quisiera dar razones y estoy mudo / y de puro rendido me defiendo ...". Conde de Villamediana.
En los reinos briboneros de a cuatro, su presidente dio cuenta del fatídico año y la oposición se tiró a la yugular. El uno, desde mi punto de vista, rezuma soberbia casi siempre y los otros, salvo algún excepción, critician, critican e incluso insultan mientras las cifras de los fallecidos no cesan, las de los contagios tampoco, la situación económica es un caos y los indeseables continúan con fiestas y botellones en un caldo de cultivo fácil de copiar para quien sueña con ser "importante" en redes sociales o en donde sea.
El sesgo guerrillero se apodera también de muchos ciudadanos que, convencidos de estar en posesión de la verdad, tratan a quienes intentamos cumplir -aunque no estemos de acuerdo- como imbéciles.
Así es que, llegamos a este punto, poco hay que añadir salvo no caer en provocaciones y situaciones desagradables desde el vecino que no usa mascarilla en el ascensor al que fuma en calles y terrazas.
Si acaso un ruego sin predicamento puesto que no gozo de él, ¡ojalá los miembros del comité de expertos de los que se han facilitado nombres, no sufran acoso!.
En cuanto a este rincón mediterráneo,
Al parecer, su alcaldesa se ha preguntado qué más se puede hacer. No seré yo quien me permita consejo alguno pero aplicar la normativa y multar.
Hace 125 años y dos días, una sesión pública a las 18,00 horas en el parisino Salón Indien du Grand Café
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