Libertades memorables, manto de juventudes; / Quien insulta esos frutos, tinieblas en la lengua, / Es vil como un rey, como sombra de rey / Arrastrándose a los pies de la tierra / Para conseguir un trozo de vida...". "Los placeres prohibidos". Luis Cernuda.
Mientras aterra la cifra de un millón de fallecidos en ocho meses por el maldito en el mundo según un informe de la Universidad John Hopkins en Estados Unidos y se hacía público que ese señor espantoso que manda es, además, un "listo" que no paga impuestos, se despedía el ya ex presidente de la Generalitat... un atril y un "faldón" que rezaba: "Distáncia, Mans, Mascareta" sin recordar a los suyos que no reventaran mobiliario urbano y que cumplieran esas medidas que, al parecer, en esta noche han sido papel mojado.
Por su parte, Villarejo de "cuerpo presente" en presidio pero con más audios que provocan indignación, sonrojo y asco en todos los medios de comunicación.
Ya puestos, el presidente del PP ha sostenido que hace cuarenta años que votamos a Felipe VI.
Últimamente los términos bélicos se han apoderado de varios políticos de estos reinos briboneros de a cuatro en los que cabe preguntarse dónde está el límite para que recuperen cordura y eviten "guerrillas" de egos y cálculos electoralistas ya que -endomingados que hasta para vestir terno, hay que tener elegancia natural-, están cada vez más alejados de la realidad diaria de quienes asistimos al bochorno de su torpeza por no ahondar más.
En cuanto a este rincón del Mediterráneo,
sería fácil que la gente cual gaviotas no se agrupara en las terrazas o en restaurantes pero doctores tiene la Iglesia y ediles en el gobierno, en la oposición y fuerzas de Seguridad también.
Ayer, camino del dentista (no soy atendida por Juan Manuel del Pino, concejal de Ciudadanos), me aparté instintivamente de tres cretinos con el tapabocas de babero y fumando en amor y compaña que bajaban por la Avda. de Gabriel Miró. Pues bien, escuché a uno: "cómo están con el coronavirus". Me contuve porque, a lo mejor, el que propaga es él y no yo.
Un texto: Del 1 al 4 de octubre en el valenciana Sala Russafa
Y en cines el próximo 9
-Pepa Terrón-
