¡Yo no sé!. Golpes como del odio de Dios, como si antes ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... ¡Yo no sé!. Son pocos, pero son ... Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo las fuerte. Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas o los heraldos negros que nos manda la muerte...". César Vallejo.
Pasan los días y salvo el dolor que apareja la pandemia parece que nada ha cambiado. Los fieles votantes -aunque los suyos les hagan la puñeta- echan la culpa a la prensa que provoca, exagera y miente.
Quizás si los medios de comunicación hubieran mostrado las imágenes en toda su crudeza en pasillos de los hospitales, de las UCI y de los tanatorios, no se hubieran cometido tantas tropelías y tantas insensateces.
Por supuesto, mantuve la esperanza en el confinamiento acatando decisiones en las que no siempre coincidí.
Ahora, ya sí -aunque sirva de poco- rectifico. Prácticamente todos los "popes" políticos de variadas siglas no han aprendido casi o nada de la terrible experiencia porque, sin recuperarnos de la primera, ya estamos en la segunda en la que las posibilidades de contagio son infinitamente mayores en un atestado vagón de metro o en el hacimiento de pisos humildes compartidos que desde el coche oficial, el yate, la mansión, el apartamento u hotel -gracias a las prebendas- cerca del Congreso.
Años y años para esto aunque me precio de jamás haber marcado un 902
En cuanto a este rincón del Mediterráneo, perros y gatos
Una lectura
Y una nueva adaptación
-Pepa Terrón-