mondar las negras cabezas de los soldados agonizantes / y vi las cabañas de goma / donde giraban las copas llenas de lágrimas". Federico García Lorca.
Inmersos unos de los reinos briboneros de a cuatro en la situación de espanto de Afganistán y otros en los aquelarres playeros o en el más allá de una cadena de televisión que sobrepasa el buen gusto, la ética, la estética, el derecho a la intimidad y el pundonor amparándose en la libertad de expresión, se olvida que el maldito sigue matando y que a la chita callando empiezan a ser inasumibles los servicios básicos así como la alimentación.
En cuanto a este rincón mediterráneo,
más de lo mismo aunque alguno o alguna con mando en plaza nieguen que la suciedad es patente de la casa al igual que el toque de queda es entelequia.
Una lectura
Y una película