miércoles, 11 de noviembre de 2020

"Me puse del lado de los indios y me derrotaron.

Me puse del lado de los negros y me derrotaron. / Me puse del lado de los campesinos y me derrotaron. / Me puse del lado de los obreros y me derrotaron. / Me puse del lado de los pobres y me derrotaron. / Me puse del lado de los perseguidos y me derrotaron. / Me puse del lado de los débiles y me derrotaron. / Pero nunca me puse del lado de los que me vencieron. / Esa es mi victoria". Darcy Ribeiro.

Dirigentes y poltroneros lanzan las campanas al vuelo -al igual que hicieron  al inicio del verano alentando a reanudar, consumir, viajar, etc.. es decir, lo que dieron en llamar "la nueva normalidad"- sobre la vacuna anunciada. Quisiera equivocarme pero hay demasiado triunfalismo en la prontitud.

Y entre las cifras insoportables del dolor y de los fallecimientos, de nuevo

https://www.publico.es/politica/rey-juan-carlos-tuvo-7-9-millones-euros-ocultos-suiza-hasta-agosto-2018.html

En cuanto a este rincón tan suyo, también se animaba y la prueba es que todavía llegan o quedan turistas aunque lo de la camiseta y la mascarilla antes de acceder a la playa o marchar ha sido y es entelequia.



Ahora hay que resolver el avance

https://lamarinaplaza.com/2020/11/10/calp-suma-otro-rebrote-en-una-empresa-con-tres-contagiados/

Me muevo poco por precaución pero añoro el tiempo transcurrido sin oler otras tierras y otras calles que, aún conocidas, siempre ofrecen algo nuevo. 

Además, en el café por antonomasia y mentidero que atienden bien y respetan medidas, te puedes encontrar a la que encarga condumio con un"vamos a ser pocos" y que cree saber tanto de teatro que se permite cuestionar y despedir a quienes ofrecieron horas e hiriendo el entusiasmo y la sensibilidad de ellos y ellas aunque, meses después de los hechos, salude con descaro. Al fin y a cabo, pertenece al grupo que es mejor ... ¡vade de retro!.

Sin embargo, ayer me topé con un establecimiento cerrado. Ya no están los pececillos que hacían las delicias de los críos, ni los trenes de madera cuyos vagones se conformaban con los nombres del destinatario, ni la bisutería y sobre todo, ni el señor, siempre impecable, que atendía incluso los domingos.


Una película


Y


                                                  -Pepa Terrón-