de una ardua cumbre a un cerro vo enriscado / con los ojos volviendo al apartado / lugar, sólo principio de mi guerra. / Tanto bien presenta la memoria / y tanto mal encuentra la presencia / que se me desmaya el corazón vencido...". Fernando de Herrera.
Aumentan los contagios como crece la violencia y los atentados y no sólo en los reinos briboneros de a cuatro.
¿Que añadir ante el desplome de casi todo?. La clase política colectivamente genera desconfianza -inmersos en ser pepitos grillos- mientras, al parecer, un millón trescientos mil familias españolas necesitan ayuda pública para el abono de la luz, suben los intentos de suicidio y los que pueden, hastiados de cambios de última hora, se lanzan a copar bares, restaurantes y calles. Eso sí, los bancos ganan puesto que cobran hasta por respirar.
En cuanto a este rincón del Mediterráneo,
Un artículo
Una exposición
Una lectura
Y
-Pepa Terrón-