martes, 11 de agosto de 2020

"... No me aprovecha verme cual me veo,

o muy aventurado o muy medroso, / en tanta confusión que nunca oso / fiar el mal de mi que lo poseo, / ¿que me ha de aprovechar ver la pintura / de aquel que con las alas derretidas / cayendo, fama y nombre al mar ha dado / y la del que su fuego y su locura / llora entre aquellas plantas conocidas / apenas en el agua resfriado.?..". Garcilaso de la Vega.

En estos reinos briboneros de a cuatro, el ministro de Interior Grande- Marlaska de viaje en Argel ha declarado: "Lo que nadie puede olvidar es que estamos hablando de quien fue jefe del Estado en España, con lo cual su seguridad es una seguridad que evidentemente concierne al Estado español" resolviendo una de las dudas que planteé en la madrugada de ayer en este humilde chiscón por el que pasa la vida.

Cuestión bien distinta, aunque suene a demagogia, que ofende el derroche y el desprecio a los ciudadanos cuando -sin ser agorera- volveremos a las colas del hambre y al colapso de la sanidad pública ante la irresponsabilidad de quienes justifican que los jóvenes deben divertirse unos con botellón y los "afortunados" en barcos de alcohol y baile.

A este paso, hasta las mascarillas de babero, en el codo, sujetas con el móvil encima o colgadas de una sombrilla también serán medidas de precaución.

Y en el dislate de cómo gestionar los insoportables rebrotes y su carga, las Comunidades Autónomas van a su libre albedrío. 

De ese modo, la de Madrid (vagones de metros hasta la bandera) ha optado por un procedimiento de emergencia contratando con el grupo Quirón seguimientos de casos por rastreadores ya que "no ha habido tiempo para formarlos". Bien es cierto que primero pidieron voluntarios de pan y agua.

En cuanto a este rincón, una secuencia





Quienes pueden, deberían hacer mención especial, al finalizar la temporada, al trabajo arduo de controladores. No hay dinero para pagar lo que aguantan.

Una lectura



Y            


 -Pepa Terrón-